ENTREVISTA A ANA MILÁN

-Va a interpretar la película «El final del camino». ¿Va por el buen camino?
-Se lo diré cuando tenga 80 años, pero creo que sí.

-¿Y ve el final del camino?
-No. Me gusta más el viaje que el destino. Soy más viajera que turista.

-No sé si lleva camino de convertirse en una estrella...
-¿Qué es ser estrella? Yo quiero tener 65 años y estar haciendo un monólogo en la Gran Vía y que se llene el teatro. Eso es ser estrella para mí.

-No sé tampoco si la fama le sienta bien...
-A ratos. A veces estás en un restaurante y te cansan un poco pidiéndote fotos, pero la gente es generalmente respetuosa. La fama da más que quita.

-¿Ahora el cine se refuerza con las estrellas de la tele?
-Sin duda. Creo que el cine está sobrevalorado, como el teatro. Dicen: un actor se hace en el teatro. Se hará si hace buen teatro, porque hay cada cosa... Hay cine y teatro malo y tele muy buena.Yo prefiero hacer buena tele que mal cine o mal teatro.

-¿También hace en esta película de mala, como en «Camera Café»?
-No, pero estoy deseando hacer de mujer maltratada por la vida, de mujer frágil, tierna, buena.

-El personaje de Victoria (Camera Café), toda mala leche, ¿está marcando un poco su carrera?
-Creo que no. En «Física o química» soy una profesora con carácter, pero normal. Victoria es muy irreal, casi un cómic. Hay pocas jefas así.

-¿Qué está pidiendo Victoria a gritos? ¿Un amante? ¿Una tila?
-Trabajar con gente competente. Considera que está rodeada de inútiles.

-¿Usted se ve rodeada de inútiles?
-No. Victoria es la metáfora de los que creen que aquí nada se hace bien.

-Me imagino que le dirán muchas cosas por la calle...
-Sí: ¡dales más caña! ¡Sigue así!

-Parece que al personal le caen mejor los malos que los buenos...
-Los malos nos divierten más a los actores y a los espectadores.

-¿Aguantaría a una jefa como Victoria?
-Sí. Sólo hay que contentarla trabajando y quererla un poco. Se nota que voy cumpliendo años en que cada día me gusta menos discutir. Qué pereza.

-Dice Uma Thurman que a las solteras de su edad les cuesta mucho ligar...
-Se ve que esas chicas no alternan por La Latina. Que vengan conmigo.

-No le han dado nunca filtros de amor, pero ¿cree en gurús, brujos...?
-Creo en el «ibuprofeno», en el amor y en los amigos.

-Perdone, pero ¿asusta a los hombres?
-A algún gilipollas que otro, sí.

-Se va a casar con Corbalán, ex jugador de baloncesto. ¿Pedirá tiempo muerto en la luna de miel?
-Ja, ja, ja.

-En «El final del camino», sus reporteros van a ver a un gurú del amor...
-Sí, uno que soluciona problemas de pareja.

-¿Cree que los problemas de pareja los puede solucionar un gurú?
-No, yo creo que sólo los pueden solucionar las parejas y, más que hablando, con actos románticos.

-Profundice en eso, por favor.
-Quiero decir que con menos palabras y más besos. Los besos obran milagros. Y que tu chico te toque el culo en la Gran Vía, también.

-Y si te lo toca en Moncloa, no digo nada...

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Vía La Razón