Se ha puesto de nuevo ante las cámaras “con la ligera pereza de volver al cole”, pero sorprendida con el cambio que vive Irene en la serie de Antena 3, más madura tras la muerte de su alumno y amante. Sobre todo porque se parece mucho a lo que está sintiendo ella misma.
¿Qué os está pasando a las dos?
Lo de los guiones parece cosa de brujos, es como que te buscan. La Irene de antes arrastraba una pena perpetua, y yo también porque estaba separada de mi hija, Lucía.
¿Ahora estáis más liberadas?
Irene pasa en un mismo capítulo de la comedia pura a estar rota, me encanta que sea tan extremista. Pero lo hace desde un punto más maduro. Ya no le van los niñatos, busca algo que le llene más. Y yo, por mi parte, tengo a mi niña en casa, va a un colegio al lado del plató… Esa estabilidad me regala momentos muy dulces.
¿Y te notas más madura como actriz?
Me lo he currado de forma honesta. El público antes me vería como la intrusa petarda; ahora noto más respeto. Y qué alivio…
¿Los ‘niños’ de la serie han cambiado?
Ves las pajas mentales que les entran, visten más fashion… Pero a mí me enternece porque son todos muy cariñosos y sensatos.
¿Con qué sueña hoy Blanca Romero?
Con quedarme como estoy… y formar una familia. Quiero volver a casarme, tener un hijo… Candidatos tengo, pero aún no le doy el visto bueno a ninguno.
¡Qué les falta!
Ay, a todos les falta algo. Busco un amor mágico, algo muy romántico y pasional.
¿Y qué ofreces tú a ese hombre?
Yo lo doy todo porque no tengo miedo a sufrir, sé que me puedo recuperar una y mil veces. Doy calor, hogar, una hija… Soy muy cariñosa pero también peleona. Pego muchas broncas (risas).
¿Tu hija te busca los novios?
¡Me los espanta! Boicotea a todos. Me dice: “Mamá, este no, que lo veo un poco raro…”. Yo me fío de ella, pero ya le he advertido que lleva cinco años diciendo que no. Alguno habrá que sí, ¿no?
Vía Teleprograma.tv
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