Tienen las hormonas más alteradas que sus alumnos adolescentes. Cecilia Freire, Michel Brown y Blanca Romero –Blanca, Miguel e Irene, en la serie– viven un triángulo amoroso con un punto cómico que puede terminar de cualquier forma. “Yo duermo una noche en el cuarto de una; la siguiente, acabo en el de la otra, a veces me toca acostarme en el sofá…”, dice entre risas el actor.
¡Empieza la guerra!
Blanca e Irene habían pactado alejarse de Miguel para evitar ese ‘baile’ de camas. Pero la tentación es demasiado fuerte. “Tenemos el peligro a un palmo de distancia –cuenta Cecilia–. Es una situación complicada porque, además del amor, entra en juego el conflicto de traicionar o no a tu mejor amiga”.
Cuando sepan que el profesor de teatro está acostándose con las dos, no renunciarán a él. ¡Que gane la mejor! “Al principio no me hacía mucho caso, pero ahora es diferente…”, amenaza Blanca Romero metida en su papel. Como está acostumbrada a arrasar entre el género masculino, encara la batalla con cierta prepotencia. Y a su compañera le dará mucha rabia esa actitud. “Mi personaje representa a la española media, que no va de bombonazo, pero es una mujer culta, mona, dulce… ¿Por qué no se va a ligar ella al chico tremendo?”, se pregunta Cecilia. Quizá por eso recurrirá a estrategias poco éticas para hacerse con su objeto de deseo. Pero las consecuencias se le irán de las manos…
Futuros de cine
Los tres actores lo están pasando de maravilla con su particular vodevil. “Entre nosotros se ha creado un tono alegre y cómplice muy especial”, opina el eterno ‘gavilán’. “Viendo a Michel –añade Cecilia–, entiendo que Blanca se haya enamorado de él. A veces, nos cuesta recordar que venimos a trabajar y que no nos pagan por reírnos. Pero agradezco el buen rollo que hay entre nosotros, sin divismos ni competición”.
Blanca reconoce que tiene mejor conexión con uno de los vértices del triángulo que con el otro. “Entre Michel y yo hay muchísima química. Y con Ceci… Somos muy diferentes y eso, en algunos casos, entorpece al actuar”. No le ocurre igual a Michel. Tanto la rubia como la morena le están aportando mucho: “Cecilia es una escuela de hacer comedia. Y a Blanca ya la conocía y me parece una mujer increíble, muy divertida. Tenemos mucho en común”.
El actor argentino está muy satisfecho con su papel en Física o Química, algo que le hace plantearse su futuro: “Me han ofrecido un proyecto de una serie de terror en Colombia, pero la verdad es que tengo ganas de quedarme en España”. En mayo estrenará su primera película, Pagafantas, una comedia romántica protagonizada por Gorka Otxoa (Cuestión de sexo).
Blanca Romero también acaba de dar el salto a la pantalla grande junto a Tristán Ulloa en After, un filme por el que se atrevió a decir “no” al director Pedro Almodóvar: “No pude aceptar por falta de tiempo. Aunque lo intente, no soy una superwoman”.
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